Me encanta la fotografía. Es una constante que siempre está ahí. En los buenos momentos y en los peores. Me sirve de refugio. Me hace sentirme bien. Es mi terapia.
Tiene historia, técnica, imaginación, creatividad, luz, sombra, color, cultura... lo tiene todo.
Puede mostrarte la más cruda realidad, o te puede llevar a un mundo completamente imaginario y ficticio.
Es un mundo dentro de nuestro mundo esperando a ser visto por nosotros.